Dentro de unos días, como diría Don Carlos Herrera, Sevilla estallará en vísperas. Pasearse por la vieja Híspalis estos días es volver al pasado, al mismo pasado de todos los años, porque yo tengo la extraña sensación de que el tiempo, al llegar la Cuaresma, entra en un bucle y se repite lo mismo de todos los años. Y así espero que sea al menos hasta que yo me vaya de este mundo con los dos pies por delante.
Para mi, el pistoletazo de Salida de esta vorágine llamada Semana Santa lo da el pregonero cuando pronuncia el "he dicho". Esa misma tarde, mi ciudad está hasta la bandera de gente visitando iglesias e impregnándose del ambiente. Este año el pregón lo pronunciará Fernando Cano Romero que, entre sus haberes, cuenta con el honor de haber sido el que regaló al barrio de Bellavista el Cristo de mi Hermandad del Dulce Nombre, por tanto, os podéis imaginar las ganas que tengo de escuchar el pregón.
Pero a mi el pregón que más me ha cautivado ha sido el del periodista Carlos Herrera pronunciado en 2001. Hoy quiero compartir con ustedes un pequeño trozo del pregón en el que nombra una gran cantidad de Vírgenes de Sevilla y que a mi particularmente, me pone los vellos de punta y "me mete mucho en la película".
Cuando tenga alguna noticia de en que lugares y momentos se van a poder escuchar marchas compuesta por mi durante la Semana Santa, ya lo compartiré con todos. De momento sólo os puedo decir, que el estreno de San Esteban Mártir que estaba previsto para el pregón del Costalero de San Esteban, es muy probable que no se haga, aunque es posibe que la marcha si llegue a sonar el Martes Santo.
A la sevillanía infranqueable de María de la Victoria...a la gloria.
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