Hoy os escribo desde el Colegio Triana de la localidad onubense de Trigueros que es dónde estoy haciendo una sustitución de dos semanas. Pero vayamos al grano. Como ya dijo el pregonero y Hermano Mayor del Gran Poder, Enrique Esquivias, el año para los cofrades empieza el lunes de Pascua y termina el Domingo de Resurrección, y yo no he tenido más remedio que tomármelo al pie de la letra. Os explico un poco como van avanzando todos los "frentes" que tengo abiertos:
- En primer lugar, en breves días la Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús de la Redención empezará a montar un nueva marcha compuesta por mi en 2009 y dedicada al Cristo de la Agrupación Parroquial de la Milagrosa, el Señor de la Esperanza.
- La semana que viene tengo concertada una reunión a tres bandas entre la Hermandad del Gran Poder de Bollullos de la Mitación, la Agrupación de la Encarnación, y yo, para concretar los detalles de una marcha que le he dedicado al Cristo de la Corporación aljarafeña.
- Y por último, a espensas de concretar el día exacto, me acercaré con algunos miembros de la Hermandad del Carmen de San Juan de Aznalfarache al local de ensayo de la banda del Carmen de Salteras, para entregarle la marcha "Salve, Estrella de los Mares", que dios mediante sonará tras tras la Virgen dle Carmen el próximo 16 de Julio.
Y así están las cosas de momento. Espero que pronto vayan saliendo las cosas un poco mejor que esta cuaresma y Semana Santa pasadas, en las que las cosas no salieron dle todo bien.
..... seguiremos informando.
El Patito Feo
Me gustaría con esta entrada compartir el artículo que escribí hace algunos meses para el boletín de la Hermandad del Dulce Nombre de Bellavista. Es curioso comprobar como un artículo escrito hace tiempo ha terminado desbordado por la realidad.
Os aseguro que este artículo no va a versar sobre la recientemente popular serie de la televisión argentina, pero el fondo de la cuestión que voy a intentar desarrollar si se parece mucho, tanto a la serie, como al famoso cuento infantil.
Desde hace muchos años, las Hermandades de Sevilla han ido enriqueciendo su patrimonio artístico, fruto de la preocupación que éstas tienen por engalanar sus imágenes titulares y sus andas procesionales. Así hemos visto como grandes bordadores, imagineros, tallistas y orfebres han puesto su arte al servicio de la Semana Mayor, dándole un brillo impensable en otras épocas. La música, en un principio, también fue parte importante de la Semana Santa, y, gracias a ello, aún conservamos grandes obras que acompañan a nuestras imágenes. Pero, al contrario que en las demás disciplinas artísticas presentes en nuestra fiesta, el control de calidad no ha sido todo lo exhaustivo que debería haber sido, aunque hay que reconocer que, actualmente, aún se escriben marchas muy interesantes.
Yo, como músico que soy, no me atrevo a valorar una talla o un bordado más allá de decir si me gusta o no, algo que por otra parte es muy subjetivo, pero sin embargo asistimos a uno de los peores momentos de la música cofrade por la insistencia de muchas personas en creer que una opinión musical, hecha desde la más absoluta ignorancia, debe sentar cátedra. Al César lo que es del César. La profesionalización en las distintas áreas que mueve una Hermandad se antoja imprescindible si queremos que la estética, tan importante en esta sociedad de la imagen, acompañe a la ética, y podamos gozar de una Hermandad que por dentro sea un ejemplo de cristianismo y saber hacer, y que por fuera sea un conglomerado de lo más correcto artísticamente que pueda permitir la economía. A nadie se le escapa que un Mayordomo debe saber de números; que un Hermano Mayor tiene que tener liderazgo y presencia; que un Diputado Mayor de Gobierno debe tener dotes de mando y mano firme; y que un Prioste, que se encarga de la estética de la Hermandad, tiene que tener un gusto refinado y saberse rodear de personas que lo aconsejen allá donde no lleguen sus conocimientos. Y es ahí dónde la mayor parte de las Hermandades cojean con respecto a la música.
En Sevilla hay grandes expertos en música cofrade, que no necesariamente son músicos, pero tienen en su haber un conocimiento perfecto del repertorio musical y de su adecuación a las distintas partes de una estación de penitencia. Teniendo en cuenta la existencia de estos expertos, démosles el lugar que se merecen, pidámosles consejo y ayuda, y hagamos caso de lo que nos digan. Ellos nos propondrán una serie de marchas que son verdaderas obras de arte y que no pueden faltar en el repertorio de casi ningún palio, entrelazadas con las marchas propias de la Hermandad que alcancen, al menos, la corrección musical, y salpicadas de las peticiones que haga la Junta de Gobierno, siempre que se consideren marchas aptas para una estación de penitencia.
La música cofrade está hecha para ensalzar la figura de Jesús y María, y no nos pueden vender cualquier moda como lo más sobresaliente del momento, porque podemos caer en la aberración de ver venir un paso de palio, con una Virgen tallada por Montañés, bordados de Rodríguez Ojeda, Orfebrería de los Hermanos Delgado y miniaturas de Castillo Lastrucci, a los sones de la última pseudo-rumba cofrade de moda, de nula calidad y de inexistente religiosidad.
Cabe destacar que este año en la Hermandad del Dulce Nombre de Bellavista, las marchas las ha elegido un tipejo que no tiene ni la más mínima idea de música y que como represalia por haberle cantado las cuarenta en más de una ocasión ha optado por censurar dos marchas mías. En fn, que tampoco merece la pena detenerse a hablar de un pobre diablo que juega a los Nazis quemando libros pero en versión música cofrade.
Os aseguro que este artículo no va a versar sobre la recientemente popular serie de la televisión argentina, pero el fondo de la cuestión que voy a intentar desarrollar si se parece mucho, tanto a la serie, como al famoso cuento infantil.
Desde hace muchos años, las Hermandades de Sevilla han ido enriqueciendo su patrimonio artístico, fruto de la preocupación que éstas tienen por engalanar sus imágenes titulares y sus andas procesionales. Así hemos visto como grandes bordadores, imagineros, tallistas y orfebres han puesto su arte al servicio de la Semana Mayor, dándole un brillo impensable en otras épocas. La música, en un principio, también fue parte importante de la Semana Santa, y, gracias a ello, aún conservamos grandes obras que acompañan a nuestras imágenes. Pero, al contrario que en las demás disciplinas artísticas presentes en nuestra fiesta, el control de calidad no ha sido todo lo exhaustivo que debería haber sido, aunque hay que reconocer que, actualmente, aún se escriben marchas muy interesantes.
Yo, como músico que soy, no me atrevo a valorar una talla o un bordado más allá de decir si me gusta o no, algo que por otra parte es muy subjetivo, pero sin embargo asistimos a uno de los peores momentos de la música cofrade por la insistencia de muchas personas en creer que una opinión musical, hecha desde la más absoluta ignorancia, debe sentar cátedra. Al César lo que es del César. La profesionalización en las distintas áreas que mueve una Hermandad se antoja imprescindible si queremos que la estética, tan importante en esta sociedad de la imagen, acompañe a la ética, y podamos gozar de una Hermandad que por dentro sea un ejemplo de cristianismo y saber hacer, y que por fuera sea un conglomerado de lo más correcto artísticamente que pueda permitir la economía. A nadie se le escapa que un Mayordomo debe saber de números; que un Hermano Mayor tiene que tener liderazgo y presencia; que un Diputado Mayor de Gobierno debe tener dotes de mando y mano firme; y que un Prioste, que se encarga de la estética de la Hermandad, tiene que tener un gusto refinado y saberse rodear de personas que lo aconsejen allá donde no lleguen sus conocimientos. Y es ahí dónde la mayor parte de las Hermandades cojean con respecto a la música.
En Sevilla hay grandes expertos en música cofrade, que no necesariamente son músicos, pero tienen en su haber un conocimiento perfecto del repertorio musical y de su adecuación a las distintas partes de una estación de penitencia. Teniendo en cuenta la existencia de estos expertos, démosles el lugar que se merecen, pidámosles consejo y ayuda, y hagamos caso de lo que nos digan. Ellos nos propondrán una serie de marchas que son verdaderas obras de arte y que no pueden faltar en el repertorio de casi ningún palio, entrelazadas con las marchas propias de la Hermandad que alcancen, al menos, la corrección musical, y salpicadas de las peticiones que haga la Junta de Gobierno, siempre que se consideren marchas aptas para una estación de penitencia.
La música cofrade está hecha para ensalzar la figura de Jesús y María, y no nos pueden vender cualquier moda como lo más sobresaliente del momento, porque podemos caer en la aberración de ver venir un paso de palio, con una Virgen tallada por Montañés, bordados de Rodríguez Ojeda, Orfebrería de los Hermanos Delgado y miniaturas de Castillo Lastrucci, a los sones de la última pseudo-rumba cofrade de moda, de nula calidad y de inexistente religiosidad.
Cabe destacar que este año en la Hermandad del Dulce Nombre de Bellavista, las marchas las ha elegido un tipejo que no tiene ni la más mínima idea de música y que como represalia por haberle cantado las cuarenta en más de una ocasión ha optado por censurar dos marchas mías. En fn, que tampoco merece la pena detenerse a hablar de un pobre diablo que juega a los Nazis quemando libros pero en versión música cofrade.
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